La era de Trujillo es el largo periodo de 31 años, que sigue al horacismo a partir de 1930. Se caracteriza por el militarismo, el universalismo y el despotismo de su máximo caudillo y exponente: Rafael Leonidas Trujillo. Trujillo fue integrante de la policía nacional, que crearon con buenas intenciones los americanos, durante la intervención, por su capacidad fue alabado y ascendido a diferentes escalones por los norteamericanos. La provincia militar de Trujillo no solo favorecida por los americanos en Santo Domingo, sino que fue resultado de personal astucia y habilidad para ascender políticamente. El ascenso militar, con la asignación del Coronel Comandante, convirtió a Trujillo en el punto de apoyo militar en que supuestamente descansaba el gobierno horacista; y tal designación fue decisiva para el papel que desempeño en la caída de ese mismo gobierno. Después del derrocamiento de Vásquez, el país tuvo un gobierno provisional, en la persona de Rafael Estrella Ureña, hasta que se organizaron elecciones libres que postulaban por un lado Trujillo, presidente y Ureña vice-presidente y por otro lado Velásquez presidente y ángel Morales vice-presidente. Mientras Trujillo se movía libremente por el país en campaña, Velásquez era cortado por los militares y esto conllevo a su renuncia, y entonces la candidatura de Trujillo fue la ganadora. Con la elección gubernativa de Trujillo, se inicio el periodo que indistintamente fue llamado “Era Gloriosa”, “Era del progreso”, o la “era de la Paz”, y que no fue mas que el periodo de dictadura mas violenta y larga que se ha registrado en la historia política dominicana.Trujillo utilizo la violencia y el asesinato para silenciar a cualquier individuo que se opusiera al régimen. Para 1960, debido a las acciones del régimen, las cárceles dominicanas estaban repletas y el asesinato público llegaba a su paroxismo con la muerte violenta de las Mirabal, tres hermanas cuyos esposos estaban encarcelados por conspirar contra el régimen y que realizaban un activismo abierto y disidente. La muerte de las Mirabal provoco un resentimiento antitrujillista en todos los sectores sociales. Varias medidas tomadas por el régimen y la conspiración en contra del presidente venezolano, Rómulo Bentacourt, conllevaron a la pérdida del apoyo de los Estados Unidos al régimen, y consideraron que era preciso eliminar el tirano, y así participaron, junto con partidarios del mismo régimen, ajusticiaron al tirano el 30 de mayo de 1961. Entre los que participaron en el asesinato de Trujillo se encuentran: modesto Díaz, Roberto pastoriza, pedro l. Cedeño, Salvador Estrella Sadhala, Huascar Tejeda, Luís M. Cáceres, Luís Amiama, Antonio Imbert Barrera, entre otros.
El 28 de septiembre de 1937 en la mañana se inicio al sur de Dajabon el exterminio de los residentes haitianos, los mataban con cuchillos, palos y machetes con la intensión de que pareciese un motín llevado a cabo por campesinos dominicanos; intensificándose y expandiéndose a partir del 2 de octubre. Entre 12,000 y 25,000 nacionales haitianos fueron asesinados en esta matanza, las cifras no son exactas debido al clima de especulación preponderante en la época.
El ministro haitiano en Santo Domingo Evremont Carrié, se presento delante Trujillo para presentar sus quejas al respecto. Trujillo dio ordenes para parar la operación, aparentemente, pues la matanza de haitianos continuo hasta el 15 de noviembre de forma disminuida y esporádica.
Desde el sur de Dajabón se extendió por toda la zona norte, hasta llegar al este. La Vega, Bonao, Puerto Plata y Samana fueron los mas afectados, pero las provincias donde mas haitianos residían, eran Barahona y Azua, donde no hubo asesinatos en octubre, sino en febrero de 1938 aunque en menor escala.
Los protagonistas de esta masacre fueron militares y algunos presos de confianza. La población civil en ningún momento se unió, como se pretendió alegar después, inclusive, muchos civiles trataron de ocultar nacionales haitianos en sus hogares.
Todas sus propiedades fueron apropiadas por los militares.
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